La cocina andaluz constituye todo un ritual. La diversidad gastronómica es una nueva prueba de la multiplicidad de las culturas que dejaron sus marcas en esta región. Cualquiera que sea el caso, se impregnan todas de la tradición “andalusí” que demostró antes un alto grado de refinamiento en el momento de cocinar. La base de la alimentación andaluz es el aceite de de oliva que se elabora en determinadas regiones de Jaén, en particular, en Segura y de Magina en particular. La dieta mediterránea considerado por los expertos en la materia como lo más sano del mundo, a su origen en Andalucía. 
Por lo que se refiere a la repostería la influencia árabe es notable. Los bizcochos borrachos, los torcieron de la semana santa, el dulce de membrillo o el tocinillo de cielo son buenos ejemplos. EL vino de Jerez de la Frontera (Cádiz) o loa vinos suaves de Málaga acompañan a maravilla todas cansados propuestas culinarias.
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